Acerca de mí

Me llamo Telma y soy profesional del mundo veterinario. Considero necesario abrir este blog para eliminar todos los falsos mitos sobre los gatos.

Si adoras a estos animales y quieres saber todo sobre ellos, sígueme.

EL ORIGEN DEL GATO

El gato es uno de los animales domesticados más conocidos del mundo, junto con el perro. Sin embargo, su domesticación no es tan antigua como la de éste último. Es por ello que, en ocasiones, resulta curioso que en tantos mitos de diferentes culturas se haga referencia al gato y no tanto al perro. Pero... ¿Cuál es el verdadero origen del gato?

¿Cuál es el origen del gato?

                Según la revista Science, el gato doméstico actual se asoció con el ser humano hace unos 10 000 años, en Oriente Medio, y, desde entonces, su domesticación ha ido creciendo hasta ser el compañero inseparable de miles de familias en todo el mundo.

                Una de las razones que se arguyen para que esto ocurriera, es que los seres humanos, al cultivar comida y almacenar grano, eran un imán para los roedores, que acudían a los pueblos y asentamientos humanos para alimentarse. Los gatos, siguiendo a los roedores, se asentaron junto a los humanos, pudiendo cazar cómodamente.

                Con el tiempo, al ver que los humanos no eran una amenaza (antes bien, los considerábamos animales muy beneficiosos, por alejar a los ratones y conservar, así, la comida), pudieron estrechar lazos y comportarse de una forma cada vez menos asilvestrada.

                Por último, cabe señalar que uno de los lugares donde más se cuidó al gato y donde comenzó realmente su domesticación, fue en la isla de Chipre. Y no fue hasta hace unos 3500 años cuando entraron al continente europeo desde el Antiguo Egipto, donde eran considerados dioses.

               

                Así que, como ves, la historia del gato no es tan antigua como se podría pensar a priori, pero tampoco es algo excesivamente reciente. Sólo resta añadir que, después de más de 10 000 años de convivencia, el gato y el hombre se han convertido en amigos inseparables, aunque cada uno siga manteniendo su independencia.

RAZAS DE GATO CON MUCHO PELO

Las razas de gato con mucho pelo suelen tener una gran aceptación entre los distintos sectores de la población, pero, especialmente, entre aquellas capas de mayor poder adquisitivo. Desconozco la razón, pero me atrevo a pensar que tiene que ver con el hecho de que la mayoría de gatos callejeros tienen un pelaje corto, y, por lo tanto, los gatos de pelaje largo se relacionan con un mayor status social.

                En el artículo de hoy, vamos a ver algunas razas de gato con mucho pelo.

3 Razas de gato con mucho pelo

                En primer lugar, y como no podía ser de otro modo, tenemos que hablar del gato persa. El persa es, probablemente, la raza de gato con mucho pelo más conocida del mundo, y, además, la más "aristocrática". Tanto es así que la mayoría de gatos con pedigrí que hay registrados en el mundo, son persas.

                Se cree que el origen de este gato se encuentra en el actual Irán, y que su historia se remonta hasta, por lo menos, 1620, momento en el que fue introducido en Italia. Posteriormente, llegó hasta Inglaterra, donde, después de 200 años, se configuró la raza actual, hibridándolo con gatos de Angora turcos.

                Por otro lado, si te gustan las razas de gato con mucho pelo, también te encantará el Bosque de Noruega, un gato típico de los países nórdicos, y que tiene su origen en Noruega. Se trata de un gato de aspecto mucho más "salvaje" que los persas, pero que, del mismo modo, cuenta con un gran reconocimiento como gato doméstico en la sociedad.

                Su origen se desconoce, pero es comúnmente aceptado que es una raza realmente antigua. Tanto es así que ya en la mitología nórdica se encuentran referencias a este tipo de gatos, siendo los gatos que tiraban del carro de la diosa Freya.

                Por último, podemos hablar del Británico de pelo largo, una raza de gato con mucho pelo, pero que no se puede considerar de pelo largo con todas las letras, sino, más bien, semi-largo. No obstante, su belleza y la admiración que generan, les hacen merecedores de un hueco en esta lista.

                Se cree que su origen se encuentra entre los Británicos de pelo corto y los Persas, y que fue fruto de su mezcla el surgimiento de esta nueva raza. La historia del pelo de estos gatos es, cuanto menos, singular. Durante la II Guerra Mundial, los criadores del Británico de pelo corto no pudieron mantener esa línea genética, y, al acabar la guerra, utilizaron al persa para darle robustez y recuperarla.

                Por supuesto, como buscaban mantener la línea de Británicos de pelo corto, desecharon a los gatos que nacían con el pelo más largo, no utilizándolos para la cría. Sin embargo, lo que no sabían era que los gatos de pelo corto, seguían teniendo el gen del pelo largo, pese a que no se hiciera patente. Por lo tanto, cada nueva generación, era susceptible de aparecer con el pelo largo.

 

                Como ves, estas tres razas de gatos con mucho pelo tienen cada uno una historia más singular que el anterior. Todos son gatos con muy buenas cualidades, y muy cariñosos, puesto que han sido criados especialmente para convivir con los humanos. 

RAZAS DE GATOS GRANDES

Víctor Hugo dijo una vez que Dios creó a los gatos para que los humanos tuviéramos el placer de acariciar a un tigre. Lo cierto es que ver cazar a un gato o cómo le presta atención a una posible presa, lleva a pensar inevitablemente que son primos, y no demasiado lejanos. Ahora bien, si quieres un pequeño tigre en tu casa, la forma más sencilla de aproximarte es adquiriendo un felino de las razas de gatos grandes.

2 razas de gatos grandes

                En primer lugar, no se puede hablar de razas de gatos grandes sin hablar del Maine Coon. El Maine Coon es, sin lugar a dudas, la raza de gato grande más conocida. Y lo es, precisamente, por contar con un gran tamaño. Con un peso que oscila entre los 7 y los 11 kg en los machos, este gato tiene un aspecto de pequeño lince.

                Según se cuenta, fueron los propios Vikingos los que llevaron a los Maine Coon a EEUU (país que se considera lugar de origen de la raza). Los Vikingos utilizaban a estos gatos por su capacidad para la caza en los barcos, a fin de acabar con las ratas. Se le han buscado otras posibles explicaciones a su origen, pero lo cierto es que la más probable es la de los Vikingos.

                Su comportamiento difiere ligeramente del de otros gatos, pudiendo llegar a tolerar el agua, puesto que su pelaje es impermeable (algo que refuerza la tesis de su origen vikingo).

                Sin embargo, la raza de gato más grande del mundo no es el Maine Coon, sino el Ashera. No es de extrañar, teniendo en cuenta que el Ashera es fruto de una mezcla entre gato doméstico con Leopardo asiático y Serval africano. Este gato puede llegar a pesar 15 kg y medir 1.2 metros de largo, al tiempo que cuenta con un pelaje de leopardo.

                Su origen está en los laboratorios, y, la verdad, podría quedarse ahí. Y es que este pequeño (no tan pequeño, en realidad) felino, cuesta alrededor de 20 000€. Ahora bien, si lo que quieres es un Ashera todavía más espectacular, puedes pedirle al laboratorio que te hagan el "Royal Ashera" por algo menos de 100 000€.

                La verdad es que es un gato precioso, y, desde luego, es el líder de las razas de gatos grandes, pero, la verdad, quien se gaste 20 000€ en un gato, es que le sobra el dinero. Más aún cuando hay miles de gatos esperando a ser adoptados.

 

                Como ves, las razas de gatos grandes pueden tener desde el origen más natural y lejano, como el más actual y artificial. La elección de uno u otro depende tanto de tus gustos, como, evidentemente, de tu poder adquisitivo. Sin embargo, teniendo en cuenta que un Maine Coon, pese a no costar 20 000€, también tiene un precio elevado, la recomendación que hacemos desde aquí es adoptar gatos de la calle. Puede que no sean tan grandes, pero, desde luego, dan el mismo cariño, son más listos, y tienen menos problemas de salud (como suele suceder siempre que comparas un animal "mezcla" y uno de "raza pura").